Nos parece oportuno reflexionar sobre algunas de las causas que generan inequidad y relaciones desiguales entre mujeres y hombres.
Por Joaquín Rodríguez, Director ONGD Solidaridad Don Bosco
Social y culturalmente se han ido adjudicando una serie de roles a hombre y mujeres, que en ambos casos han condicionado las formas de actuar, sentir y relacionarse entre sí. Es decir, se han ido perpetuando “valores de hombres” y “valores de mujeres”, que no solo han generado discriminación, también sometimiento y violencia, unas veces de manera más sutil y otras veces de forma explícita.
No obstante, estamos en un nuevo camino donde las reglas establecidas de inequidad entre ambos sexos están cambiando hacia nuevas relaciones más justas e igualitarias. Es necesario repensar los roles adjudicados a cada cual para que no solo las mujeres tengan que ser las cuidadoras, sensibles, domésticas… y no solo los hombres tengan que ser los valientes, fuertes, exitosos…
Si educamos a niños en que no pueden expresar sus miedos, que si lloran son “unas nenas” o que pueden ser brutos porque son niños, nos encontraremos con adolescentes y hombres más agresivos, controladores y con preponderancia ante el supuesto “sexo débil”.
Si educamos a niñas sumisas, dependientes, “princesitas que esperan a un príncipe azul”, nos encontraremos con adolescentes y mujeres condicionadas por decisiones de hombre que normalizan un cierto grado de violencia.
Cada día, desde la educación podemos contribuir a establecer unas relaciones más justas entre mujeres y hombres, donde el comportamiento de cada persona no esté condicionado por su sexo.
En la Iglesia también podemos contribuir a cambiar el papel que a veces se asigna a las mujeres, como dijo el Papa Francisco en el 25 aniversario de la carta apostólica “Mulieris Dignitatem” de Juan Pablo II: “Sufro, lo digo de verdad, cuando veo en la Iglesia o en algunas organizaciones eclesiales que la función de servicio de la mujer, que todos tenemos y debemos tener, se transforma en un papel de servidumbre”.
El Papa ha incorporado a mujeres en diferentes comisiones (Comisión Teológica Internacional, Comisión de Investigación de la finanzas vaticanas,Comisión Pontificia de Protección de Menores), pero ya en 2015 insistía en seguir avanzando: “estudiar criterios y modalidades nuevas para que las mujeres no se sientan invitadas sino participantes a título pleno en los distintos ámbitos de la vida social y eclesial. Este desafía no se puede retrasar más”.
Hoy 8 de Mrazo de 2018, comparto este texto en este día de reconocimiento y gratitud a todas las trabajadoras de nuestro Centro Educativo.
José Joaquín Coma – Director Casa Salesianos Villena
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