La Casa Salesiana disfruta de un día de convivencia en su tradicional peregrinación a las Virtudes.
Por Comunicación
La mañana comenzaba con un “calentico” ofrecido por el AMPA a las personas que, poco a poco, iban llegando. Tras el saludo inicial del director titular, nos pusimos en camino hacia el santuario de la patrona de Villena.
El recorrido, vivido en un ambiente de fraternidad y cercanía, ofreció momentos de diálogo y alegría salesiana. Al finalizar, los participantes pudieron disfrutar del tradicional almuerzo de gachamiga y carne a la brasa, un instante que se ha convertido en un punto de encuentro imprescindible dentro de esta actividad anual.
La jornada culminó en el Santuario de las Virtudes con la celebración de una Eucaristía de acción de gracias, en la que se puso de manifiesto la importancia de caminar unidos como comunidad y de seguir fortaleciendo los lazos que nos identifican como familia salesiana. La celebración fue un momento especialmente significativo para renovar nuestro compromiso educativo y pastoral al estilo de Don Bosco, siempre desde la alegría, la fe y el servicio a los jóvenes.
Este día de peregrinación, convivencia y oración se consolida, un año más, como una oportunidad para reforzar nuestra identidad común y agradecer todo lo que construimos juntos. Una experiencia que nos anima a seguir avanzando, acompañados por María, en el camino educativo y evangelizador de nuestra Casa Salesiana de Villena.
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