Desfile de la Esperanza

Un inicio de curso diferente.

Ayer 7 de septiembre de 2020 nuestro director salesiano presidió la Eucaristía del segundo día del triduo en honor a la Virgen de las Virtudes en el que habló del recorrido que nuestros alumnos van a ir realizando a lo largo de esta semana para venir al colegio como símil del tradicional Desfile de la Esperanza de nuestras fiestas. Reproducimos aquí el texto íntegro de la homilía.

VIRGEN DE LAS VIRTUDES, MUJER DE ESPERANZA

Hoy 7 de septiembre nuestra ciudad se hubiera revestido de alegría cuando cientos de niños y niñas de todas las comparsas de Villena hubieran recorrido las calles del centro en el tradicional Desfile de la Esperanza. Vivimos “tiempos nuevos” y hoy precisamente, 7 de septiembre de 2020, ha habido un nuevo Desfile de la Esperanza, el que han recorrido muchos de nuestros niños y jóvenes para comenzar el nuevo curso escolar; desfile que se irá repitiendo por primera vez para muchos a lo largo de toda esta la semana.

Sin duda vivimos “tiempos nuevos” en los que se nos pide a todos y cada uno de los que somos cristianos, especialmente a los que nos dedicamos a la educación, “formas nuevas” para que la vida y la esperanza de nuestra sociedad no se apague, para que nuestros niños, adolescentes y jóvenes puedan seguir creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia; con un futuro esperanzado lleno de nuevos retos. Para ello, os invito hoy especialmente a mirar a María, Virgen de las Virtudes; queremos aprender junto a ella a ser maestros y educadores, que con corazón esperanzado lleno de fe y de amor podamos ayudar en estos tiempos difíciles a nuestros niños a soñar un futuro mejor.

En el Evangelio de Lucas hemos recordado el momento de la presentación de Jesús en el templo, tras el incidente, Jesús bajó con José y con María a Nazaret donde continuó bajo su autoridad y cuidado; y junto a ellos, fue creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres. Hoy os invito a ser educadores de vocación como María, a vivir nuestra entrega y nuestra responsabilidad en tiempos difíciles, comparto con vosotros algunas claves que la palabra de Dios ha suscitado en mí:

• El evangelio nos muestra hoy la importancia de familia en la EDUCACIÓN de los HIJOS. Jesús creció en el seno de una familia creyente, donde el papel educativo de sus padres fue fundamental para favorecer el crecimiento integral de su hijo. Como era tradicional en la cultura judía, María, fue la primera madre y maestra de Jesús, su primera educadora, transmitió a su hijo los grandes valores de la vida. Que, a ejemplo de María, nuestras familias, nuestros colegios e institutos sean hogar lleno de luz donde nuestros hijos y alumnos vayan creciendo en sabiduría y en gracia.

• El evangelio nos muestra también una actitud que a día de hoy puede iluminar la realidad que estamos viviendo. Contemplamos a María, educadora, como mujer de los interrogantes; ante la actitud de su hijo y el susto que se llevan tras su pérdida, nos dice san Lucas, que ni María, ni José comprendieron lo que quería decirles Jesús; les surgieron muchas dudas. La nueva situación a todos los educadores nos hace estar alerta, hacernos muchas preguntas, incluso a vivir desconcertados por no entender bien lo que está pasando. Seguramente, María, fue aprendiendo con los retos de cada día, de cada nueva etapa de su hijo. Su secreto, dar vueltas a los acontecimientos en su corazón y confiar plenamente en Dios. Nosotros cada día iremos re-aprendiendo a cómo educar en esta nueva situación, a solventar los problemas al paso de su llegada. Que, a ejemplo de María, nuestras familias, nuestros colegios e institutos afronten con valentía los retos que vayan surgiendo cada día.

• San Pablo en la primera lectura nos invita a vivir santamente nuestra tarea educativa. Nos exige como actitud constante el enseñarnos unos a otros con toda sabiduría y nos invita a corregirnos mutuamente. En este tiempo, más que nunca, tenemos que ir unidos. Cientos de profesionales en todas las escuelas de nuestra ciudad han trabajado duro, con esfuerzo para poder abrir hoy los colegios e institutos. Confiad en ellos, escuela y familia unida harán que este curso sea bueno para vuestros hijos, para nuestros alumnos. Que, a ejemplo de María, fundamento de unidad, nuestras familias, nuestros colegios e institutos trabajen unidos en confianza para crear, en medio de las dificultades, espacios llenos de vida y esperanza.

• Por último, la carta a los colosenses nos da algunas recomendaciones muy útiles que pueden orientar nuestra tarea educativa en un camino renovado de transformación. Quizá podríamos titularlo así “consejos para educadores: padres, maestros y profesores en tiempo difíciles”. Todo educador ha de ponerse el traje de la misericordia, de la bondad, de la humildad, de la dulzura y de la comprensión. Todo sistema educativo, en estos tiempos nuevos, tiene que estar fundamentado en el cariño, basado en la caridad, impulsado por la fe y bañado de esperanza. Queremos una educación renovada que abra la vida de los niños y de los jóvenes a la felicidad, pero sin descuidar las principales virtudes de las que María fue maestra: la fe, la esperanza y la caridad. Que, a ejemplo de María, maestra de Virtud, Virgen de las Virtudes, nuestras familias, nuestros colegios e institutos eduquen a sus hijos, a alumnos con la caridad, la esperanza y la fe de una madre que es capaz de amar incondicionalmente.

Hoy, 7 de septiembre, renace la vida en Villena tras el nuevo Desfile de la Esperanza que han recorrido nuestros hijos y alumnos. Hoy ha comenzado el que quizá sea el mejor de los desfiles, el de la vida que continua. Hoy han comenzado de nuevo a llenarse nuestras aulas de lo mejor que tienen: sus alumnos. En este particular desfile de la Esperanza, Virgen de las Virtudes, queremos poner bajo tu protección a todas las escuelas infantiles de nuestra ciudad, a todos y cada uno de los centros educativos: Las fuentes, El Hermanos Amorós, El Grec, La Encarnación, La Celada, El Príncipe don Juan Manuel, El Joaquín María López, El Ruperto Chapí, El Navarro Santafé, El Santa Teresa, El colegio Nuestra Señora de los Dolores, los proyectos de APADIS, los Salesianos, y todos aquellos centros que acogen a nuestros niños. Protege Madre de las Virtudes y Auxiliadora a todos los docentes, a todo el personal de Administración y Servicios de estos centros, para que, como tú, su presencia educativa entre los alumnos sea constante y exprese a través de la pedagogía del cariño el amor más sincero. En tiempos de dificultad, Virgen de las Virtudes, ayúdanos para que nuestros hijos y alumnos puedan continuar durante este curso el Desfile de la Esperanza.

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