Los jóvenes de los grupos COMFYA finalizan el Camino de Santiago.

Por COMFYA

Crónica del quinto día.
La naturaleza de la etapa de hoy nos permite levantarnos media hora más tarde. Desde Arzua a O Pedrouzo es una etapa relativamente tranquila respecto a las dos anteriores. El perfil no tiene tanto desnivel y nos alegramos de contar de nuevo con todos los chicos recuperados. La tónica del camino es el calor pero afortunadamente nuestros queridos monitores nos tienen preparado un refrigerio sobre el km 12. El albergue se encuentra antes de llegar a la localidad. Desde aquí solo nos separan 20 km de Santiago y ya vemos cerca nuestro objetivo.
La hora de la comida es infernal. La comida es excelente pero el calor excede las posibilidades de aclimatación del local. Agradecemos la hora de la siesta porque el albergue si que está muy bien acondicionado y algunos optan por echar una siesta.
Algunos de los monitores ultiman las últimas compras, otros acompañan a los chicos en las tareas de lavandería y se gestionan las actividades de este final de viaje.
A las 18:30 h se realizan los momentos de grupos y posteriormente una celebración animada por Veri.
La cena consiste en salchichas Frankfurt, un plato de acompañamiento y un postre sorpresa (helado).
Tras las buenas noches se hace el silencio y todo el mundo a la cama:¡mañana es el día grande.

Etapa final. Llegada a Santiago.

Tras el descanso en O Pedrouzo retomamos ruta. Manda madrugar para intentar llegar a Santiago a una buena hora. El grupo está ilusionado pero no deja de ser otro trayecto de más de 20 km. La primera parte del recorrido transcurre entre sendas por el bosque y trazados al lado de la carretera. El grupo se reúne en el Monte do Gozo para almorzar y para entrar junto en la plaza del Obradeiro.
Ya estamos en Santiago y el trayecto es urbano. La emoción sube por momentos y los chicos entonan canciones. Muy cerca de la catedral el grupo es aplaudido por las personas que están en una terraza y eso aumenta la sensación de nerviosismo. Nuestro objetivo está tan solo a unos metros. La entrada a la plaza es apoteósica. Alegría y abrazos. Todos formamos un círculo y cantamos por última vez el himno del peregrino. Inmortalizamos este momento con muchas fotos. Dejamos un tiempo libre antes de ir a comer para que cada uno viva ese momento de manera personal. Cargamos las mochilas en la furgoneta y nos vamos a comer. El alojamiento en el nuevo albergue se realiza pasadas las 4 de la tarde. El sol hoy castiga y se agradece una ducha y un rato de descanso. A las 18:30 el grupo vuelve a la plaza pero el personal de la catedral no permite el acceso a la misma si no es para asistir a la misa. Se ofrece esa posibilidad.
Los jóvenes pasean por Santiago y compran algunos regalos. Cenamos a base de bien en «Luas Tapas» y añadimos algo más de tiempo personal antes de volver al albergue.
Hoy nos acostamos un poco más tarde pero todavía tenemos un rato para que los monitores puedan despedirse de sus grupos y repartirles su Compostela. Fran nos da las últimas buenas noches y caemos rendidos en la cama con satisfacción y alegría por lo vivido. Mañana el trámite de la vuelta a casa. Nos traemos en la mochila una experiencia inolvidable.

¡ENHORABUENA A TODOS/AS!